miércoles, 5 de marzo de 2008

SERENATA

“El mundo verdadero, al final, se convierte en fábula”
(F. Nietzche)

El ombligo
se llenó de vino hasta las narices
y en la última hoja descolgada
de un árbol del otoño
le dejó esta nota a la lechuza

"Esta noche
que no hay luna
y tomé vino
canto yo
no cantes vos."

El viento enmudeció
callaron las palmeras
y en el preciso instante
del bajar de una guayaba
a besar los labios de la tierra
entonó redondeadas melodías
y la noche se pobló en el cielo
de uvas de racimos
embriagadas