Nuestras dudas no trascienden lo cotidiano
nuestras inquietudes
quedan girando en cada ombligo
hasta escurrirse como en un resumidero.
Nuestras creaciones se revuelcan,
se revuelven
se revuelven
y nos satisfacen como un güen choripan.
Además distribuimos
buenas acciones de puerta en puerta
acrecentando diariamente a los beneficiarios.
Sin embargo
podríamos llevar en nuestro pecho
a todas las arboledas del mundo.